Oración a San Isidro Labrador
Bienaventurado Isidro,
que habitas hoy la celestial morada
en justo premio de tu singular piedad,
sin que para practicar dichas virtudes
caritativo celo y santidad de vida,
fueran obstáculo las ocupaciones
y que gocemos en la otra
a que tenías que dedicarte
tanto para ti, como para tu venerada esposa,
te suplicamos que seas nuestro intercesor
María de la Cabeza:
para con el Altísimo,
y, por un acto de su infinita bondad,
a fin de que este divino Señor
se apiade de nuestras miserias,
las eternas delicias de la gloria.
nos conceda vivir en paz en esta vida,
Amén.
Por Jesucristo, nuestro Señor.