jueves, 3 de diciembre de 2020

CON ÉL TODO, SIN ÉL NADA

 

Que esté en la cima o en el abismo, pero que esté con Dios.

Que el mundo me ame o desprecie, pero que me baste que Dios me ame.

Que lo tenga todo o no tenga nada, pero que Dios me tenga.

Que corra o camine, pero que me guie el Espíritu Santo.

Que tenga salud o no la tenga, pero que lo siga.

Que esté en la lucha o en la paz, pero por Él.

Que me encuentre entre la multitud o solo, pero en Él.

Que haga mucho o poco, pero que dé todo por Él.

Que me alcancen los reconocimientos o las ofensas, pero que todo me lleve a Él.

Que gane o pierda, pero no sin Él.

Que viva o que muera, pero en ambos lo siga amando a Él.

Que esté cerca o esté lejos, pero que no me aparte de Él. 


Hno. David Pacheco Neyra, OFM Cap.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Adviento 2020: Esperemos a Jesús con María

 




Vive este Adviento 2020 junto a la Virgen María. No podemos tener mejor compañía para este tiempo.

🔎¿Qué es el Adviento?

Es el periodo de cuatro semanas que antecede a la Navidad. Un tiempo en que nos preparamos espiritualmente para rememorar y celebrar la llegada del Hijo de Dios, Jesucristo, como un niño pequeño, humilde, muy humano, por amor a sus criaturas. 


🔎 ¿Cómo lo podemos vivir bien?

- Preparar en familia el Pesebre o Nacimiento de Jesús, la Corona de Adviento y el arbolito navideño.

- Orar en familia y encender las velas de Adviento. Aquí te damos una pauta para que ores con tu familia, puedes descargarla o leerla en este enlace: 

Oración Familiar Adviento


- Meditar sobre el sentido de nuestra vida personal, familiar y social. 

- Vivir vigilantes, caminando en la justicia y en el amor por los caminos del Señor. Es tiempo de ofrecer hospitalidad recibiendo a las personas en nuestra casa, en nuestra comunidad, pero sobre todo en nuestro corazón.


 🔎 ¿Alguna oración diaria para vivir y esperar con la Virgen María?


A NUESTRA SEÑORA DEL ADVIENTO


Señora del Adviento, señora de los brazos vacíos,
señora de la preñez.
Cuánto deseamos que camines con nosotros.
Cuánto necesitamos de ti.
Mujer del pueblo que viajas presurosa y alegre a servir
a Isabel, a pesar de tu vientre pesado y fatigoso.
Entre las dos tejerán esperanzas y sueños.


Señora del Adviento, señora de los brazos vacíos,
también nosotros estamos preñados de esperanzas y sueños.
Soñamos con que el canto de las aves no sea turbado.
Soñamos con nuestros niños sin temores,
durmiendo tranquilos al arrullo de un villancico.
Soñamos que nuestros viejos mueran
tranquilos y en paz murmurando una oración.
Soñamos con que algún día podremos volver a tener
sueños, utopías y esperanzas.


Señora del Adviento, visítanos como a tu prima.
Monta tu burrito y ven presurosa.
Nuestros corazones son pesebres
huecos y fríos donde hace falta que nazca tu hijo.
Ven, señora, a calentar nuestros corazones,
a seguir tejiendo esperanzas con
nosotros, como lo hiciste con Isabel.
Solo así, en medio de la noche iluminada,
podremos volver a soñar…
podremos gritar ¡es Navidad!


DIOS TE BENDIGA

Evangelio I Domingo de Adviento - 29 de Noviembre

Evangelio según San Marcos 13, 33-37  


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén despiertos y vigilantes: pues no saben ustedes cuándo llegará el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que vigilara. Estén atentos, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Estén vigilantes!». 


Palabra del Señor.