Este blog, tiene el fin de llevarnos a reflexionar en nuestro caminar por la vida, con reflexiones inspiradas, donde muchas de ellas forman parte de los libros del P. David Pacheco en las editoriales las Paulinas y San Pablo
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: “Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios’’.
En este Año de San José te compartimos una oración que te ayudará a conocer más la vida de santidad y la devoción a San José: Los dolores y gozos.Cada día publicaremos en este espacio y en nuestras otras redes el texto y audiovideo de: El dolor y gozo del día, Padre nuestro, Ave María y Gloria, Preguntas de reflexión y Oración final.
Ayúdanos a orar y compartir. Paz y bien. Que San José, el bienaventurado padre adoptivo de Jesús te bendiga y acompañe.
ORACIÓN DE LOS DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
Día 1
Oh bienaventurado esposo de María, glorioso San José, mucho sufriste con motivo de la maternidad de tu Divina esposa, pero también gozaste inmensamente cuando el ángel te reveló ser voluntad divina que te quedaras con María y le hicieras de Padre a Jesús.
Por ese gozo y ese dolor, consuélanos con la gracia de una vida santa y una muerte dichosa como la tuya entre Jesús y María.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Día 2
Oh gran patriarca San José, la pena que experimentaste al ver nacer a Jesús en tanta pobreza, se cambió en gozo al estrechar en tus brazos a Aquel a quien los ángeles proclamaban Salvador de los Hombres. Por este gozo y este dolor, alcánzanos que al terminar nuestra vida, nos podamos unir al coro de los ángeles y disfrutar para siempre de la gloria celestial.
Padre Nuestro Ave María Gloria
Día 3
Oh glorioso San José, fiel cumplidor de la voluntad de Dios, la sangre preciosa de Jesús derramada en su circuncisión te entristeció, pero el nombre de Jesús, que le impusiste por orden divina, te colmó de alegría.
Por este gozo y este dolor, concédenos que después de haber purificado nuestra vida de todo pecado, podamos morir invocando con mucha confianza el santo nombre de Jesús.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Día 4
Oh santo fidelísimo, glorioso San José, que llegaste a conocer el misterio de nuestra redención, la profecía de Simeón que preanunciaba los sufrimientos que Jesús y María iban a padecer, te sumió en el dolor, pero, sin embargo, te alegraste al conocer que por aquellos dolores los hombres se salvarían.
Por este gozo y este dolor, haz que también nosotros pertenezcamos al número de aquellos que por los méritos de Jesús y la intercesión de María, resucitarán a la vida eterna.
Padre Nuestro Ave María Gloria
Día 5
Oh solícito custodio del hijo de Dios, glorioso San José, mucho tuviste que sufrir para defender y sustentar a Jesús, especialmente en la huida y permanencia en Egipto, pero también te llenaba el alma de consuelo el tener siempre a tu lado la confortadora presencia de Jesús y María.
Por este gozo y este dolor, consíguenos que victoriosos de las asechanzas del demonio, en unión con Jesús y María, consagremos nuestra vida a servicio de Dios y de los hermanos.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Día 6
Oh glorioso San José, protector de los hogares, tu alegría al retorno de Egipto fue conturbada por el temor de Arquelao, pero te causó gran alivio la apacible residencia en Nazareth, donde Jesús quiso ser educado por ti a una vida de trabajo y obediencia.
Por este gozo y este dolor, alcánzanos ser librados de todo temor y angustia para poder así cumplir nuestros deberes en la intimidad de la familia y en el trabajo, bajo la mirada amorosa de Dios.
Padre Nuestro Ave María Gloria
Día 7
Oh glorioso San José, modelo acabado de toda santidad, durante tres días con inmenso dolor buscaste a Jesús, extraviado sin culpa tuya, pero experimentaste suma alegría al encontrarlo en el templo entre los doctores.
Por este gozo y este dolor, te suplicamos nos ayudes a no apartarnos nunca de Jesús por el pecado, y si por desgracia le perdiésemos, haz que con humildad le busquemos hasta encontrarlo, especialmente en nuestra muerte para gozar contigo en el cielo.
Padre nuestro
Ave María
Gloria
San José, ruega por nosotros.
#Unidos en oración #CaminandoconSanJosé #PatronodelaIglesia
La migración es una realidad persistente en la historia de la humanidad. De los 79,5
millones de desplazados en el mundo se calcula que entre 30 y 34 millones eran niños y
niñas. esta realidad genera algunas problemáticas alrededor: desempleo, pobreza, discriminación, entre otros. José nos enseña a amar al hermano forastero, peregrino, migrante, aunque en cierta medida todos somos forasteros.
José recibió esta indicación de Dios en sueños: "Levántate (estaba
en Belén) toma al niño y a su madre,
huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar
al niño para matarlo”. Mt 2, 13
Así, San José se convirtió en un migrante para salvar la vida de su familia. La familia de Nazareth vivió lo que vive un migrante: fueron perseguidos, atravesaron caminos desconocidos, pasaron mil carencias, peligros, desiertos para llegar a lo desconocido…
Uno de los problemas más recurrentes en torno a la migración es el prejuicio ¿Quién no ha sido victima del prejuicio? Es decir el juicio anticipado: No te ven a ti, sino ven tu país de origen, tu manera de hablar, tu
tatuaje, tu corte de cabello, tu forma de vestir…. y sacan una conclusión antes de conocerte ¿te ha pasado? Seguramente, la sagrada familia también conoció los prejuicios.
Por la escritura sabemos que Jesús, incluso en su adultez sufrió muchos prejuicios: “Este es el hijo del carpintero”, “Este es de Nazareth…¿Qué de bueno puedo
salir de ahí?" "Este anda entre comilonas y prostitutas…"
¿Hay migrantes en tu entrono? ¿Eres prejuicioso? ¿Eres migrante? ¿Víctima de prejuicios?
¿Qué hacer frente a esto? Atención...
- Personas que nos rodean, ahora hay que saber diferenciar entre el pecado
y el pecador.
- Las redes, hay que tener criterio para saber qué nos quieren meter a la
cabeza y neutralizar los malos mensajes.
- Personas toxicas, acomplejadas que discriminan que fomentan prejuicios… hay que saber apartarnos de esa mala influencia.
- Malas experiencias, hay que saber aprender para evitar que se repitan, pero no generalizar la mala conducta de una persona para todo un grupo humano.
Hay casos emblemáticos como el de Mandela que en 20 años de cárcel por quienes colonizaron su nación, no se decantó por el odio, sino por la caridad, por buscar conocer y comprender y así llegó a ser el Padre de África moderna.
Que San José nos enseñe a ser hermanos, a cuidar del débil y reconocer en el otro la dignidad de los hijos de Dios.
San José , ruega por nosotros.
Video de la charla del Hno. David Pacheco, OFM Cap
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”.
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?” Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay en el hombre.