Este blog, tiene el fin de llevarnos a reflexionar en nuestro caminar por la vida, con reflexiones inspiradas, donde muchas de ellas forman parte de los libros del P. David Pacheco en las editoriales las Paulinas y San Pablo
Considera los siguientes pasos y encuéntrate con la misericordia de Dios: el Perdón de Asís que San Francisco consiguió para todos nosotros. Un corazón reconciliado se renueva en amor, generosidad, solidaridad, servicio y paz en medio de la tribulación. Para todo ello, son tres momentos que debes vivir:
1. ACTO DE CONTRICIÓN PERFECTA
Aquí te compartimos una ideas para que puedas celebrar un Acto Personal de Reconciliación con Cristo
1. Busca un lugar tranquilo dentro de tu casa
2. Ponte en presencia de Dios, invoca al Espíritu Santo con un canto o con alguna oración, Te sugerimos esta:
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles
con la luz del Espíritu Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
3. Lee la Parábola del Hijo Pródigo, (Evangelio San Lucas 15, 11-32) es un texto que nos muestra la misericordia y el amor de Dios por nosotros.
4. Haz un examen de conciencia profundo, en tu interior. ¿Cómo herí mi relación con Dios? ¿Cómo herí a mis hermanos: familia, hermanos pobres y con la creacion? ¿Cómo me herí a mí mismo? Pensar también en aquello que pudiste hacer y no hiciste: las omisiones.
5. Pide perdón a Dios, sinceramente. Haz un acto de contrición, de dolor sincero por los pecados cometidos. Podemos rezar el Salmo 51 (50), llamado también el Miserere o rezar una oración de contrición, te sugerimos esta fórmula:
Señor mío, Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
Por ser tú quien eres y porque te amo,
me pesa de todo corazón haberte ofendido;
y me propongo con tu ayuda nunca más pecar y
apenas pueda, confesarme.
Dios mío, perdóname.
Aquí te compartimos con audiovideo el Salmo 51(50)
6. Reza el Padre Nuestro con espíritu de hijo que ha vuelto a los brazos del Padre.
2. COMUNIÓN ESPIRITUAL
Participa en la Santa Misa con mucha devoción, toma en cuenta estas recomendaciones:
1. Prepara tu corazón, piensa en el encuentro sagrado que tendrás con Jesús Eucaristía. De preferencia lee con anticipación las lecturas que se compartirán.
2. Prepara, también, el lugar, ubícate en un lugar apropiado donde puedas mantener la atención. Sintoniza la transmisión minutos antes, apaga o bloquea cualquier distractor que pueda interferir. Es momento de concentrarte solo en la celebración.
3. Cuando empiece la misa, únete profundamente, al sacerdote que preside, pidiendo perdón por los pecados que hayas cometido.
4. Escucha con atención la proclamación de las lecturas bíblicas, son Palabra de Dios. Medita en ellas con ayuda de la homilía del sacerdote.
5. Durante el Ofertorio, pon sobre el altar todo lo que estás viviendo, tus miedos, tus sufrimientos, tus esperanzas, tus intenciones, las intenciones del Papa.
7.- Vive con mucho respeto y fervor el momento de la Consagración, si es posible, ponte de rodillas para adorar a Jesucristo en su misterio de Amor, que toma nuestra carne y sangre y está a nuestro lado siempre.
8.- Reza el Padrenuestro con claridad, acuérdate que eres hermano de todos los hombres.
8.- REALIZA TU COMUNIÓN ESPIRITUAL: Durante la Comunión, adopta una postura de reverencia, si es posible, ponte de rodillas. Es momento de hacer la comunión espiritual, expresando el deseo inmenso de recibir a Jesucristo en tu ser. Puedes recitar esta oración u otra similar en tu corazón.
9.- Al finalizar, agradece al Señor que hayas podido participar en la misa y da testimonio de este encuentro con Jesús en tu vida diaria.
3. REZA POR LAS INTENCIONES DEL PAPA FRANCISCO
Busca un momento tranquilo y ora por el Papa Francisco, por su ministerio e intenciones especialmente en estos tiempos de pandemia. Acompaña con un Credo, un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DIOS TE ESPERA PARA DARTE SU MISERICORDIA,
ACOGE EL PERDÓN DE ASÍS.
Recuerda siempre:
Un corazón reconciliado se renueva en amor, generosidad, solidaridad, servicio al prójimo y paz en medio de la tribulación
En el día de San Ignacio de Loyola, te compartimos este video informativo con datos interesantes de su vida e itinerario espiritual. Más abajo encontrarás la Oración de San Ignacio, para que puedas meditarla y orarla, te será de gran ayuda en tu camino vital.
El día de ayer hemos terminado nuestro segundo Retiro para el Camino - Modalidad Virtual. Se tituló: En Camino con la Esperanza y fue un itinerario para ayudarnos a afrontar estos tiempos tan difíciles de Pandemia Covid 19 que vivimos.
Esta vez, el camino tuvo tres partes:
- De la convivencia a la armonía
- De la incertidumbre a la esperanza
- Del temor a la paz
Aquí les compartimos algunas de las reflexiones que nos acompañaron:
Aquí algunas fotos del encuentro. Realmente nos sentimos bendecidos por poder reflexionar juntos estos temas, nos damos fuerzas mutuamente y nos ayudamos a vivir el evangelio de Jesucristo, el evangelio de amor que nos trae gozo y paz, aun en medio de la tribulación.
¡Gracias Jesús!
PAZ Y BIEN
Si deseas conocer más acerca de nuestros Retiros para el camino, envíanos un mensaje WhatsApp al +51 999 997 490 o un correo electrónico a: reflexionesparaelcamino@gmail.com
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 13, 44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante que busca perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
¿A qué vas a renunciar para quedarte con Jesús, el verdadero tesoro?
¿Cuál es el tesoro de tu vida? Porque “donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”. El Evangelio nos invita a ver a Jesús como el tesoro más precioso de nuestra vida; al respecto, el papa Francisco nos dice: “Buscar a Jesús y encontrar a Jesús es el gran tesoro”.
Primero es buscarlo, y el hombre tiene dentro de sí, ese deseo de encontrar el tesoro de su vida, y lo busca, pero generalmente en lugares donde no se encuentra. A veces cree encontrarlo en las fantasías que nos ofrece este mundo, pero se da cuenta que no es el tesoro que buscaba. Y sigue buscando, y no para hasta encontrarlo.
Encontrar el tesoro, conlleva poner todas las riquezas en un segundo plano y no solo eso, sino que sacrifica cualquier riqueza para quedarse con el tesoro que es Jesús, es todo o nada, es vender todo para tenerlo todo, es dejar todo para ser todo en Él. ¿A qué estás dispuesto a renunciar para ser totalmente de Jesús?
A veces podemos pensar que encontrar a Jesús es pérdida, y en realidad lo es porque pierdes la tristeza, el sin sentido, los malos sentimientos, el vacío de la vida y ganas todo; sobre todo ganas la alegría de vivir, el gozo verdadero que tanto has buscado.
Cuando Dios le pide a Salomón que exprese un deseo, él no pidió las riquezas de este mundo, ni sus glorias, sino discernimiento para saber gobernar, nosotros también podemos ser como Salomón: inteligentes, pidiendo discernimiento para encontrar ese tesoro que realmente llena el corazón y nos hace felices. Ese tesoro es Cristo.
Virgen María, madre nuestra, ayúdanos a encontrar a Jesús, para encontrar el tesoro que tanto busca nuestra alma.
Ofrezcamos nuestra semana:
Dios Padre nuestro, yo te ofrezco toda mi semana, mis oraciones, pensamientos, afectos, deseos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos, en unión con el Corazón de tu Hijo Jesucristo que sigue ofreciéndose a Ti en la Eucaristía para la salvación del mundo.
Que el Espíritu Santo que guio a Jesús, sea mi guía y mi fuerza cada día, para ser testigo de tu amor. Con María, la Madre del Señor y de la Iglesia, te pido por las intenciones del Papa y para que se haga en mí tu voluntad.