Día Internacional del Medio Ambiente - 05 de Junio



                                


En este día te queremos decir: 


"No se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes solo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria"

 (Laudato Si N° 216, Papa Francisco)

"Aprendamos de los hermanos de comunidades amazónicas... que expresan la auténtica calidad de vida como un “buen vivir” que implica una armonía personal, familiar, comunitaria y cósmica, y que se expresa en su modo comunitario de pensar la existencia, en la capacidad de encontrar gozo y plenitud en medio de una vida austera y sencilla, así como en el cuidado responsable de la naturaleza que preserva los recursos para las siguientes generaciones. Los pueblos aborígenes podrían ayudarnos a percibir lo que es una feliz sobriedad y en este sentido «tienen mucho que enseñarnos». Ellos saben ser felices con poco, disfrutan los pequeños dones de Dios sin acumular tantas cosas, no destruyen sin necesidad, cuidan los ecosistemas y reconocen que la tierra, al mismo tiempo que se ofrece para sostener su vida, como una fuente generosa, tiene un sentido materno que despierta respetuosa ternura. Todo eso debe ser valorado y recogido en la evangelización.

(Querida Amazonía, n° 71, Papa Francisco)


Trabajar por la casa común...

 

No es solo conocer las consecuencias, sino las causas.

No es solo buscar el bien del hombre, sino de toda la creación

No es solo cambiar actividades, sino cambiar la manera vivir.

No es solo aprovechar la naturaleza, sino dejar que nos enseñe.

No es solo promover acciones, sino promover un cambio en el corazón.

No es solo cambiar el discurso, sino cambiar de actitudes.

 No es solo considerar al hombre, sino considerar su interdependencia con la naturaleza.

No es solo cuidar la casa común, sino amarla con todos los que viven en ella.

No es solo cuidar tu presente en el planeta, sino también el presente de los que vendrán.

No es solo cuidar nuestro entorno, sino ver lo que hemos hecho o dejado de hacer.

No es solo tener una meta, sino una espiritualidad que la sostenga.

No es solo crear conciencia, sino unirnos en una misma dirección para poner en práctica lo que nos dice.

No es solo amar al Creador, sino amar su creación.

No es solo amar al prójimo, sino amar la naturaleza que lo sustenta.


Hno. David Pacheco Neyra, OFM Cap


                                        

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