Reflexión de la Semana: Un lenguaje difícil


 

Un lenguaje difícil


Al que no te ama, ámalo.

Al que te persigue, ora por él.

Al que te ofende, perdónalo setenta veces siete.

Al que te abofetea, respóndele sin venganza.

Al que te pida caminar un tramo, acompáñalo todo el día.

Al que te hace el mal, devuélvele el bien.

Al que te maldice, bendícelo.

Al que no te recibe, acógelo.

Al que te abandona, espéralo.

Pero recuerda que para no alejarte del prójimo:

Ama con el amor de Dios, que es más grande que el tuyo.

Lucha con la fuerza de Dios que supera tus fuerzas

Piensa no solo con tu inteligencia, sino toma la sabiduría del Espíritu Santo.

Mira con los ojos de la fe, para ver más allá de lo evidente.

Revístete de la gracia para que vivas una vida sobrenatural y puedas hacer el bien naturalmente.

Confía en Dios y no en tus capacidades, porque la capacidad de Dios no tiene límites.


Hno. David Pacheco Neyra, OFM Cap

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