27 de agosto - Santa Mónica

 


Oración a Santa Mónica

A ti recurro por ayuda e instrucciones, Santa Mónica, maravillosa ejemplo de firme oración por los niños. En tus amorosos brazos yo deposito mi hijo(a) (mencionar aquí los nombres), para que por medio de tu poderosa intercesión puedan alcanzar una genuina conversión a Cristo Nuestro Señor. A ti también apelo, madre de las madres, para que pidas a nuestro Señor me conceda el mismo espíritu de oración incesante que a ti te concedió. Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén.

para que conozcas más a santa mónica, seleccionamos esta información de la página de nuestros amigos agustinos recoletos:

Nace en Tagaste el año 331. Su familia era de clase media. El ambiente familiar en el que nace y se cría Mónica era de recias convicciones cristianas. En Mónica descubrimos un carácter decidido. Siempre la veremos pronta a afrontar las situaciones más dispares y a responder de forma sobria y definitiva; será mujer de una sola palabra.

Santa Mónica. Iglesia Santa Rita de Madrid (España).Santa Mónica. Iglesia Santa Rita de Madrid (España).

En cuanto a la formación intelectual, Mónica no pasó del grado primario. En Roma capital las mujeres podían acceder con facilidad a la cultura; sin embargo, en las provincias no tenían esta suerte. Aquí estaban destinadas al matrimonio y al trabajo del hogar.

Mónica se casó con un pagano de Tagaste, Patricio. Se dedicó a dirigir su casa. Como toda mujer romana, tenía la misión de cuidar las compras, la marcha de las actividades, vigilar a los criados… Era la responsable de la vida interna de su hogar.

La relación con Patricio fue difícil, pero ejemplar. Mónica vivió en una sociedad típicamente machista. No eran infrecuentes los abusos y malos tratos por parte de los maridos. Patricio tenía un carácter muy voluble; era sumamente cariñoso, pero igualmente colérico. Por esto tuvo que ejercitar con él una paciencia y una prudencia heroicas.

Mónica tenía en mente una empresa: la conversión de su marido. Patricio empezó a prepararse para el bautismo cuando Agustín contaba unos 16 años; y bautizado murió el año 371. Ella había triunfado de la única forma posible, con el verdadero amor. Él terminó amándola, admirándola y aceptando su fe.

San Agustín, Nuestra Señora de la Consolación y Santa Mónica. Tagaste Monastery, Suffern, Nueva York, Estados Unidos.

Patricio y Mónica tuvieron, no sabemos en qué orden, tres hijos: Navigio, una hija de nombre desconocido y Agustín . Su educación, como en toda familia romana, corrió a cargo de la madre. Esto la convirtió en la gran catequista de sus hijos.

El verdadero calvario de Mónica comenzó al terminar Agustín sus estudios y volver de Cartago a Tagaste . Su hijo volvía a casa maniqueo. Desde este momento Mónica no parará hasta verle convertido. Fueron años de lágrimas y de intensa oración. Asediaba a un obispo para que hablase con él. El obispo había sido discípulo de los maniqueos, y de forma espontánea los abandonó. Le dijo a Mónica: Anda, vete y que vivas muchos años. Es imposible que se pierda el hijo de esas lágrimas.

Con todo, Mónica quería estar siempre al lado de Agustín. Este marchó a enseñar a Cartago, y allí lo siguió ella. Allí sufrió la experiencia más dolorosa de su vida. Agustín había decidido marcharse a Roma. Mónica quería acompañarlo, pero él no lo aceptaba. Recurrió al engaño: dijo a su madre que iba al puerto a despedir a un amigo. Al amanecer, Mónica descubrió que Agustín se había embarcado y había abandonado África. Al cabo de un año, Mónica se embarcó también para Italia.

Encontró a Agustín en Milán. Ya había abandonado la secta maniquea. Su hijo decide no sólo bautizarse, sino hacerse monje. Es el año 386. Mónica vivió llena de júbilo la vigilia pascual del año 387. Aquella noche recibieron el bautismo su hijo y su nieto, junto con Alipio, el amigo de Agustín. Después todos ellos se trasladaron a Ostia, el puerto de Roma, y allí quedaron a la espera del primer barco hacia África.

San Agustín y Santa Mónica, capilla de Nuestra Señora de la Consolación. Cerámica de José Luis Sánchez Iglesia de Santa Rita, Madrid, España.

Un día, en la posada, Agustín y ella iniciaron una conversación de lo por venir: ambos estaban hambrientos de Dios. En escala ascendente, comenzaron a degustar todos los seres, admirándolo todo, y sin sentir saciedad en nada, hasta llegar a tocar un poco la región de la Sabiduría que ni fue ni será, sino sólo es . Es lo que se conoce como «el éxtasis de Ostia».

Cinco días después, Mónica enfermó de gravedad. A los nueve días, rodeada de sus seres queridos, feliz porque Dios le había demostrado que no abandona a quienes confían en Él, expiró. Era el verano del 387. Tenía 56 años.
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