¿CÓMO RECIBIR LA INDULGENCIA EN ESTA FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES -LA PORCIÚNCULA, EN TIEMPO DE PANDEMIA?


Considera los siguientes pasos y encuéntrate con la misericordia de Dios: el Perdón de Asís que San Francisco consiguió para todos nosotros. Un corazón reconciliado se renueva en amor, generosidad, solidaridad, servicio y paz en medio de la tribulación. Para todo ello, son tres momentos que debes vivir:

1. ACTO DE CONTRICIÓN PERFECTA

Aquí te compartimos una ideas para que puedas celebrar un Acto Personal de Reconciliación con Cristo

1. Busca un lugar tranquilo dentro de tu casa

2. Ponte en presencia de Dios, invoca al Espíritu Santo con un canto o con alguna oración, Te sugerimos esta:

Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles
con la luz del Espíritu Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.


3. Lee la Parábola del Hijo Pródigo, (Evangelio San Lucas 15, 11-32) es un texto que nos muestra la misericordia y el amor de Dios por nosotros.

4. Haz un examen de conciencia profundo, en tu interior. ¿Cómo herí mi relación con Dios? ¿Cómo herí a mis hermanos: familia, hermanos pobres y con la creacion? ¿Cómo me herí a mí mismo? Pensar también en aquello que pudiste hacer y no hiciste: las omisiones. 

5. Pide perdón a Dios, sinceramente. Haz un acto de contrición, de dolor sincero por los pecados cometidos. Podemos rezar el Salmo 51 (50), llamado también el Miserere o rezar una oración de contrición, te sugerimos esta fórmula:

Señor mío, Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
Por ser tú quien eres y porque te amo,
me pesa de todo corazón haberte ofendido;
y me propongo con tu ayuda nunca más pecar y
apenas pueda, confesarme.
Dios mío, perdóname.

Aquí te compartimos con audiovideo el Salmo 51(50)




6. Reza el Padre Nuestro con espíritu de hijo que ha vuelto a los brazos del Padre.


2. COMUNIÓN ESPIRITUAL
Participa en la Santa Misa con mucha devoción, toma en cuenta estas recomendaciones: 

1. Prepara tu corazón, piensa en el encuentro sagrado que tendrás con Jesús Eucaristía. De preferencia lee con anticipación las lecturas que se compartirán. 

2. Prepara, también, el lugar, ubícate en un lugar apropiado donde puedas mantener la atención. Sintoniza la transmisión minutos antes, apaga o bloquea cualquier distractor que pueda interferir. Es momento de concentrarte solo en la celebración.  


3. Cuando empiece la misa, únete profundamente, al sacerdote que preside, pidiendo perdón por los pecados que hayas cometido.

4. Escucha con atención la proclamación de las lecturas bíblicas, son Palabra de Dios. Medita en ellas con ayuda de la homilía del sacerdote.

5. Durante el Ofertorio, pon sobre el altar todo lo que estás viviendo, tus miedos, tus sufrimientos, tus esperanzas, tus intenciones, las intenciones del Papa.

7.- Vive con mucho respeto y fervor el momento de la Consagración, si es posible, ponte de rodillas para adorar a Jesucristo en su misterio de Amor, que toma nuestra carne y sangre y está a nuestro lado siempre. 

8.- Reza el Padrenuestro con claridad, acuérdate que eres hermano de todos los hombres.

8.- REALIZA TU COMUNIÓN ESPIRITUAL: Durante la Comunión, adopta una postura de reverencia, si es posible, ponte de rodillas. Es momento de hacer la comunión espiritual, expresando el deseo inmenso de recibir a Jesucristo en tu ser. Puedes recitar esta oración u otra similar en tu corazón.




9.- Al finalizar, agradece al Señor que hayas podido participar en la misa y da testimonio de este encuentro con Jesús en tu vida diaria.


3. REZA POR LAS INTENCIONES DEL PAPA FRANCISCO

Busca un momento tranquilo y ora por el Papa Francisco, por su ministerio e intenciones especialmente en estos tiempos de pandemia. Acompaña con un Credo, un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

 

DIOS TE ESPERA PARA DARTE SU MISERICORDIA,
ACOGE EL PERDÓN DE ASÍS.

Recuerda siempre: 

Un corazón reconciliado se renueva en amor, generosidad, solidaridad, servicio al prójimo y paz en medio de la tribulación

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