Por
el contexto de la pandemia del Covid 19, este año -en Perú y en varios otros
países hermanos- nos toca celebrar el Corpus Christi desde nuestras casas, por
ello, te invitamos a entrar en comunión con toda la Iglesia y adorar a Jesús
Eucaristía a través de los diferentes medios virtuales que indique tu
parroquia. Y recuerda: aunque el medio sea virtual, tu adoración es verdadera,
porque brota de tu corazón que es real. Y Jesús Eucaristía trasciende las
pantallas, las paredes, lo inunda todo con su presencia divina y real, hasta
llegar a tu corazón, si lo encuentra dispuesto: sencillo y manso como Él.
Este
Corpus Christi llega en un momento marcado por el duelo y el dolor ocasionados
por la pandemia, nos parece oportuno citar aquí las palabras de Mons. Carlos
Castillo, Arzobispo de Lima, que podemos hacer extensivas a todos los
creyentes: "Unidos a toda la humanidad en nuestra patria, sufrimos aun los
estragos de la pandemia del Corona Virus. No podemos olvidar el
cuerpo ensangrentado de Jesús en nuestros muertos, muchos de ellos,
compartiendo sus vidas, como Jesús, hasta incluso la muerte. Muchos también
enterrados lejos de su familia, y sin el duelo que corresponde a su dignidad.
La emergencia nos lo ha impuesto, pero hemos de honrar su memoria, mucho más si
el “Cuerpo de Cristo” se nos dio para compartirlo como alimento de esperanza.
Llamados
a no contagiar y a priorizar la salud común, aun confinados en nuestros
hogares, afianzamos con humildad y sencillez nuestra fe en Jesucristo
Sacramentado. Él es el “Cuerpo que toca y resucita a nuestros muertos por la
pandemia”, y como la primera Iglesia nos preparamos desde casa para salir a
anunciar a Quien es “la resurrección y la vida”... El Padre por María nos dio a
Jesús, y Jesús nos dio el Espíritu que generó la Iglesia ungiéndonos, pero
antes de morir quiso dejarnos el alimento de su cuerpo, para que,
compartiéndolo, resucitemos, y anunciemos que la última esperanza es la
resurrección. Por ello renovemos esta esperanza en medio del dolor: “Con tu
cuerpo Oh Cristo, toca y resucita nuestros muertos en la pandemia”.
Que
este sea un Corpus Christi de amor y esperanza para todos, Jesucristo nos
acompaña en estos momentos, Él nos fortalece y nos da la sabiduría para
encontrar la solución al sufrimiento y la felicidad de, pase lo que pase,
confiar siempre en Él.
EL ALIMENTO DE LA MISERICORDIA
Hay un alimento que sacia y da vida
Hay un alimento de donde brota toda gracia
Hay un alimento que es fuente y culmen:
Pan partido que se entrega
Pan partido y repartido entre los hombres
Pan partido que es nuestra pascua
Pan partido de donde brota todo bien espiritual
Santo cuerpo de Cristo que llena nuestro cuerpo
Santa sangre de Cristo que llena nuestros vacíos
Y lo comemos y lo bebemos
Y nos hacemos uno con Él
Y nos fortalecemos en su fuerza
Y nos sacrificamos en su don
Y nos llenamos de su gracia vivificante
Para empezar a darnos como Él
Para empezar a vivir como Él
Para empezar a amar
como Él
Con verdad
Con generosidad
Con alegría
Con Misericordia.
Hno. David Pacheco Neyra, OFM Cap
Libro: Camino a la Misericordia del Padre
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