“El
hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego” (Mc 11, 46)
El relato inicia que Jesús
y sus discípulos, acompañado de mucha gente salían de Jericó y cerca del camino
estaba el hijo de Timeo, Bartimeo que era un mendigo ciego. Hasta ahí podemos
detenernos para darnos cuenta que también nosotros somos Bartimeo por también
ser mendigos y ciegos, esto es, mendigos porque carecemos no tanto de bienes
materiales , sino sobre todo de los bienes espirituales , aquellos que nos
hacen ricos delante de Dios y los que mas necesitamos para salvarnos, carentes
también de amor , aunque muchas veces nos conformamos con migajas de afecto,
teniendo al alcance el amor de Dios que llenaría todo nuestro ser, la lista
puede seguir y tu y yo sabemos que podemos agregar a ello.
Por otro lado, también
estamos ciegos, sobre todo ciegos al no ver las bendiciones que recibimos, al
no ver los milagros diarios, ni los peligros del pecado, ni el amor de Dios, ni
a Jesús en el prójimo…esta lista puede continuar y esta ceguera puede ser de
dos maneras: “De nacimiento” quizás nunca estuvimos en el “camino” de Dios o no
conocemos a Dios y la otra manera es que “perdimos la vista” , es decir, que si
estuvimos en el “camino” pero ahora nos hemos alejado, hemos visto a Dios en
nuestras vidas pero ahora ya no Sea cual
sea el caso, lo importante es tomar la actitud de Bartimeo para ver.
Estamos ciegos[1]
Vemos
las apariencias y no el corazón
Vemos
lo que tenemos y no lo que somos
Vemos
lo que nos conviene y no lo conveniente para todos
Vemos
lo fácil y no lo justo
Vemos
a corto plazo y no distinguimos nuestro devenir esperanzador a largo plazo
Vemos
personas y no sus historias para comprenderlas
Vemos
el pecado y nos sus consecuencias
Vemos
nuestra fuerza y no la gracia que es la fuerza de Dios
Vemos
la creación y no al creador
Vemos
los bienes materiales y no los mayores que son los espirituales
Vemos
con los ojos de la carne y no con los ojos del espíritu.
Comentarios
Publicar un comentario
Hola, nos gustaría mucho contar con tus comentarios, preguntas y sugerencias. Dios te bendiga